miércoles, 27 de agosto de 2008

La Solidaridad:
Siempre que se ayuda a alguien estamos asistiendo a una manifestación de la SOLIDARIDAD, sin embargo no todas las manifestaciones de la solidaridad tienen los mismos efectos en los que participan. Tú decides, está en tus manos colaborar ante las desgracias, o comprometer toda tu vida en la transformación de la sociedad desde los que menos tienen y menos pueden.

La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.

La solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy Bien Camila, ud. realizaó más de lo que s ele pidió y eso se agradece.
Su nota es un 7.0